CUBA EN MI MENTE (parte 6)

Tenia en mis manos, la carta de mi querido maestro, para mi era imposible. Con una emoción que no me caviar dentro del pecho me acomode para leer las inigualables líneas y la letra tan precisa de aquel que se hallaba combatiendo por la patria dentro del batallón fronterizo.
Comenzó diciendo así:” De ahora en adelante se puede creer, todo cuanto digas y hagas, se ve que tienes un maestro que educa a sus alumnos para que sean honestos” Muchas gracias mi querida alumna, por esta expresión tuya “Este negro debe ser mas malo”-
Cierto muy cierto que empezaron a envenenar las mentes desde muy temprana edad. Te exhorto a que busques dentro de la historia de Cuba, los negros que ayudaron y derramaron su sangre por la libertad de la patria. A mis hermanos de la raza negra los veras vendiendo periódico, limpiando zapatos, en los trabajos mas duros, pero así veras también en este momento que hay muchos profesionales que ocupan puestos importantes. Las personas no se miden por el color de la piel, si no por sus condiciones morales, sus actitudes en la vida, por sus hechos….etc.
Cuantas cosas me explicó era la mejor clase de moral y cívica, que había recibido en mi vida. Eran cinco hojas escritas por ambos lados y cuando yo termine de leer aquella hermosa carta, que guardaría con todo mi amor. No pude evitar que mis ojos se humedecieran y que salieran unas incontenibles lágrimas de pesar
Por tanta discriminación racial y tantas complejidades existentes.

Los días trascurrieron y llegó el esperado momento en que llegaban los soldados que habían ido a combatir en Playa Girón. Eran cordilleras de familiares, amigos, curiosos que se aglomeraban a todo alrededor de la calle principal, la calle Real. Yo tenía un puesto de primera fila con mis demás amigos de escuela.

Llego la caravana de camiones con todos los hombres. Nosotros buscábamos ansiosos a los nuestros, hasta que al fin alguien grito ¡Ey aquí estamos, aquí, aquí!
Si eran las personas conocidas y entre ellos, Lázaro un pariente de un amigo de escuela y mi inolvidable maestro.

Cuantas exclamaciones, cuantos sentimientos brotaron de nuestros corazones.
Fue el encuentro más tierno, sensible y puro que he tenido en mi vida de adolescente.
Algo inevitable pasó por mi mente, la primera vez que lo conocí y la impresión que me dio,
En cambio, ahora mi maestro…ya no era tan negro.