Mi trono

Tus manos se deslizan suavemente
por mi cintura,
me desordenas todos mis planes
al sentir tu tierna dulzura.
Me aprisionas en tus brazos
que son mis delicadas cadenas
y no me puedo ir,
solamente puedo sentir,
¡dejar que me ames!
Tocas mi cuello
con tus labios carnosos
son dos destellos de la temperatura solar
al tocar mi piel la quieres quemar,
siento tus labios jugosos
no puedo más que desearte
¡y dejarme amar!
Me siento en el trono de la vida,
deseando un largo transitar
ahí las penas y sinsabores
siento que se olvidan.
Nos besamos tanto y tanto
que lo sabemos es gozar,
entre manjares de salivas
se nos escapa una sutil mordida.
Ya no queda más
que mirar mi vientre,
¡te pide que lo beses!
¡porque está caliente!
que quiere como Cypress
pegarse a tu boca y el sólo se mese.
Mis caderas y el vaivén de tu trotar
no pueden dejar de querer refutar,
ahí me convierto en diosa presumida
quiero que vuelvas
de nuevo a empezar
y que sientas los jirones
de tus ansias enfurecidas,
ahí donde las penas quedan perdidas
donde se confunden los cuerpos de aromas
Siento tu cuerpo detrás del mío
Que me acurrucas como tierna paloma,
quitándome el frío.
Se asoman atrevidas pasiones,
nos rendimos
antes fantasías de ilusiones.
Volvemos a cabalgar
entre la blanca llanura,
mi alma aferrada
junto a tu hermoso galopar
manteniendo mi postura
¡amar y amar!
¡me entregas la vida!
que se nos escapa
en torrencial de pasión
brota una cascada imperial
¡nuestros sueños y nuestra pasión!
El más tierno soñar
nos besamos complacidos,
porque ha sido tanto lo vivido,
¡en nuestro hermoso cabalgar!